A propósito de "Invocación a Joyce" de JLB

Cedo a la comodidad de la admiración, al placer del cuerpo tomando nota de ello -alteración de la piel, estómago inquieto-.

Cedo. Y la admiración se derrama sobre quien escribe la completa admiración por otro. Juego exquisito en el que declarándose sincera y apasionadamente una nada, una pálida y deslucida imagen de ese a quien nombra -i
nversión del sentido del otro en estos tiempos-, realiza el movimiento de convertirse por un instante, en ese otro que admira.

Por: Bosta Watson para el Cuaderno de Descubrimientos de Irene Adler
14 de marzo de 2015


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