Rescue Remedy

Mi cabeza se dispara a menudo y por estos tiempos, muy fácilmente. Para traerla, me valgo de algunas lecturas y Flores de Bach. Tomo la que está a mano todo el tiempo en casa, Rescue Remedy. Es como su nombre lo dice: un remedio de rescate. De rescate de ese estado de malestar, difuso, mezcla de cansancio y frustraciones también difusas. Rescate de ese modo de mirar o de no-mirar con el que solemos habitar el tiempo cotidiano. 

Las flores entran por gotas. Hacen su trabajo. 

Vuelvo entonces a estar presente y despierta, a darme cuenta de la gloria que es estar ahora mismo colgando el guardapolvos de mi hija, momento minúsculo que condensa la comprensión de cuánto tuvo que pasar, qué viajes tuve que emprender para que hoy me encuentre haciendo precisamente esto: colgando su guardapolvos. 

Regreso a tiempo para besar su espalda y decirle que la amo. Ella, con su sabiduría todavía intacta, sabe que estoy volviendo de algún lugar oscuro y frío y me recibe con una sonrisa y su voz tibia, en el umbral del sueño.

Noviembre 2015

crédito de la foto:  @Gerhard Seybert / stock.adobe.com



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